8 de junio de 2010

El legado de Alejandro

Pese a sus ideales, motivos o puntos de vista sobre si mismo, un hecho se impone: Alejandro creó en verdad una nueva era, la helenística. III término helenístico proviene de una palabra griega que significa “imitar a los griegos”. Así, este calificativo resulta apropiado para describir una era que atestiguó la difusión de la lengua y las ideas griegas en el mundo no griego del antiguo Cercano Oriente. La destrucción de la monarquía persa a manos de Alejandro extendió el gobierno griego—macedonio a lo largo de una dilatada área. Creó oportunidades para los ingenieros, intelectuales, mercaderes, soldados y administradores griegos. En tanto que los griegos continentales seguían comprometidos con los ideales de tas ciudades-estado, aquellos que siguieron a Alejandro y a sus sucesores participaron en una nueva unidad política basada en el principio de la monarquía. Alejandro había transformado su ejército de ser una fuerza macedonia a convertirse en una fuerza internacional, la cual le había jurado exclusiva lealtad a él. Después de su muerte, sus sucesores se valieron de la fuerza para establecer monarquías militares que dominaron el mundo helenístico. El poder autocrático —basado en la fuerza militar y en las pretensiones de un gobierno divino— llego a convertirse en una característica usual de dichas monarquías helenísticas y fue parte del legado político que Alejandro dio al mundo helenístico. Su visión de imperio fue sin duda inspiró a los romanos que, por supuesto, lucren los herederos reales del legado tic Alejandro.

No obstante, Alejandro también dejó un legado cultural. Como resultado de sus conquistas, la arquitectura, la literatura, la lengua y-el arte griegos se diseminaron por todo el Cercano Oriente. Los centres urbanos de la época helenística —muchos de los cuales fueron fundados por Alejandro y sus sucesores—se convirtieron en impulsores de la difusión de la cultura griega. Alejandro fundó una serie de ciudades y de asentamientos militares, llamados Alejandría, para proteger puntos estratégicos y para supervisar amplias áreas. La mayoría de los colonizadores eran mercenarios griegos. Se ha calculado que en el curso de sus campañas, Alejandro reclutó de 60.001 a 65.000 mercenarios adicionales provenientes de Grecia, de los cuales, cuando menos 36.000 se establecieron en las guarniciones militares y en las nuevas ciudades. A la vez que los griegos esparcían su cultura hacia el este, ellos mismos se veían influidos de manera inevitable por los USOS orientales. Así, el legado de Alejandro incluía una de las características básicas del mundo helénico: el choque de la fusión de culturas diversas.

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