8 de junio de 2010

Diocleciano

Nacido con el nombre de Diocles, fue emperador de Roma desde el 20 de noviembre de 284 hasta el 1 de mayo de 305. Nacido en una familia iliriana de bajo estátus social, fue escalando puestos en la jerarquía militar hasta convertirse en el comandante de la caballería del emperador Caro. Tras la muerte de Caro y de su hijo Numeriano en campaña en Persia, Diocleciano fue aclamado emperador por el ejército. Consiguió acceder al trono tras un breve enfrentamiento con Carino, el otro hijo del emperador Caro, en la batalla del Margus y su llegada al poder puso fin a la crisis del siglo III.

Diocleciano nombró a Maximiano como Augusto de occidente en 285. El 1 de marzo de 293 nombró a Galerio y a Constancio como césares, un título similar al de príncipe. Este nuevo régimen, conocido como la tetrarquía, o «gobierno de cuatro», implicaba que el gobierno del imperio se repartía geográficamente entre los cuatro. Dirigió campañas militares contra las tribus sármatas y del Danubio (285-90), contra los alamanes (288), y contra usurpadores en Egipto (297-98), asegurando las fronteras del imperio y eliminando las amenazas contra su poder. En 299 Diocleciano dirigió las negociaciones con el Imperio Sasánida, el enemigo tradicional de imperio, consiguiendo una paz duradera y favorable.

Separó y aumentó los servicios militar y civil que debían prestarse al imperio y reorganizó las divisiones provinciales creando el gobierno más grande y más burocratizado de la historia del imperio. Estableció nuevos centros administrativos en Nicomedia, Mediolano, Antioquía y Tréveris, puntos más cercanos a las fronteras de lo que estaba la tradicional capital en Roma. En un movimiento que seguía la tendencia del siglo III hacia el absolutismo, Diocleciano amoldó su figura a la de un autócrata, elevándose por encima de las mases e imponiendo formas ceremoniales y arquitectónicas hacia la corte. El crecimiento burocrático y militar, las campañas militares constantes y los proyectos constructivos incrementaron el gasto del estado e hicieron necesaria una reforma fiscal. Al menos desde el año 297 el sistema impositivo fue estandarizado de forma más equitativa y con tipos en general más altos que los que habían imperado hasta entonces.

Sin embargo, no todas sus reformas tuvieron éxito. Su Edicto sobre Precios Máximos del año 301, norma cuyo objetivo era poner fin a la inflación mediante el control estatal de los precios, no sólo no tuvo éxito, sino que fue contraproducente y rápidamente ignorada. Además, y aunque fue efectivo mientras Diocleciano estuvo al mando, el sistema de la tetrarquía colapsó en el momento en que éste abdicó, sustituyéndose por la lucha por el poder entre Majencio y Constantino, hijos, respectivamente, de Maximiano y Constancio. La Persecución de Diocleciano que tuvo lugar entre los años 303 y 311 se convertiría en la mayor y más sangrienta persecución oficial del imperio contra la Cristiandad, pero no logró su objetivo de destruir la comunidad cristiana. Es más, a partir del año 324 el Cristianismo se convirtió en la religión dominante del imperio bajo el gobierno de Constantino I. Sin embargo, a pesar de sus fracasos, las reformas de Diocleciano cambiaron de forma fundamental la estructura del gobierno imperial y ayudaron a estabilizarlo económica y militarmente, permitiendo que el Imperio perdurase unos cien años más, cuando había estado a punto de colapsarse pocos años antes.

Enfermo y debilitado, Diocleciano abdicó el 1 de mayo de 305, convirtiéndose en el primer emperador romano en dejar voluntariamente su posición. Desde entonces vivió en su palacio en la costa de Dalmacia, dedicado al cultivo de sus jardines y huertos. Su palacio se convertiría en el núcleo del que surgiría la actual ciudad de Split, en Croacia.

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